La historia en Far Cry Primal no logra tener el peso suficiente como para mantenernos enganchados al juego, de esto se encargan otras cosas. Viajaremos hasta la prehistoria, concretamente a la Edad de Piedra, es decir, en torno al año 10.000 a.C. y somos Takkar, un (según la Historia real) “Natufiense”, y nos localizamos en la tierra de Oros. Y es aquí donde transcurre toda la historia del juego, con un personaje que pierde su manada y que deberá sobrevivir junto con el resto de seres que habitan estas primitivas tierras.
En Far Cry Primal volvemos a estar en un nuevo shooter en primera persona con mundo abierto. Volvemos a tener plena libertad, y es aquí entre otras cosas donde recaen un gran número de horas de juego, ya que el perderse y alejarse de la historia es un atractivo y entretiene tanto o más que esa trama principal. Y no iremos por Oros dando bandazos, sino que las numerosas secundarias, los retos que van saliendo a casi cada paso que vamos, y las ganas de ir conociendo el mapa e ir desbloqueándolo, hacen el mayor atractivo del juego.
Entrando ya en las mecánicas, destacamos primero que el sigilo premia. En Far Cry Primal nos encontramos con enemigos, que vienen a ser el resto de primates del escenario, y los animales salvajes. Dos grupos de enemigos, cada uno con suscaracterísticas y sus debilidades. Por un lado, los enemigos primates son peligrosos, menos rápidos pero algo más inteligentes, con astucia y buena visión. Losanimales, en cambio, dependiendo del que nos crucemos, suelen ser más rápidos y más peligrosos, ya que dañan directamente y como no nos lo quitemos de encima rápido, podemos pasar un mal momento. Ambos grupos de enemigos estarán presentes casi a cada paso que vayamos dando, por lo que hay que estar en constante alerta.
Destacar que solo a los animales podremos domar. Si domamos a un animal, podrá apoyarnos en la aventura, haciéndonos la cobertura para poder eliminar a todo tipo de enemigos. Podremos domar a todos los animales que veamos, pero únicamente manejaremos a uno a la vez.
Conforme vayamos descubriendo zonas nuevas, eliminando a enemigos, y haciendo cosas que haga que avancemos en la historia, iremos adquiriendo experiencia, que podremos ir acumulando para posteriormente canjearlos en el árbol de habilidades que hay. Unas habilidades que podremos ir desarrollando e invirtiendo según nuestro gusto y antojo, ya que cada uno creerá que una habilidad es mejor que la otra y también la que a mejor le venga al propio jugador. Decir también que todas las habilidades podrán ser desbloqueadas, ya que en Oros hay cantidad de eventos suficientes como para que la experiencia que vayamos adquiriendo sea más que suficiente para esto.
Algo que está presente pero que no llegamos a recomendar el todo, es el viaje rápido. Para desbloquearlo, debemos conquistar el campamento enemigo. Normalmente no está poblado de muchos enemigos, y con la ayuda de nuestro animal domado no será inconveniente alguno de hacerlo con éxito, aunque también decimos que no siempre será pan comido. Con el campamento conquistado, lo tomaremos y nos permitirá viajar rápido hacia ese punto estemos donde estemos. Es algo útil para no tener que ir de un punto a otro, sí, pero hacer esto hace que nos perdamos cientos de eventos aleatorios que irán surgiendo y otro tanto de misiones secundarias. Será útil por tanto, la verdad, pero lo que no aconsejamos es que se abuse de esta opción.
Y todo esto sin olvida la vista de cazador, en la que cambiaremos el colorido escenario por una visión en blanco y negro resaltando las cosas con las que podremos interactuar. Recurso típico de la desarrolladora francesa.
Video review:
https://www.youtube.com/watch?v=j2c20l_MnPE
En la Edad de Piedra no había atalayas, ni altas torres, ni nada similar, por lo que la opción que han incluido para solucionar eso y poder visualizar todo, es la ayuda de un búho que será quien nos muestre el escenario desde las alturas. Con este animal no podremos vagar libremente en el resto de Oros, solo podremos visualizar una zona cercana, pero amplia, a la de nuestro personaje. Un verdadero acierto que, aunque no es algo que los primates hicieran, sí es una mecánica adaptada al juego muy útil. Recordad que al fin y al cabo Far Cry Primal es un videojuego que aunque tiene cosas reales, y mucho, no deja de ser eso, un videojuego.
El control está bien implementado, ya que Ubisoft cuenta con una experiencia considerable y aunque no es la referencia en cuanto a Shooter, no tiene nada que envidiarles a los reyes del género. Recordando también que Primal es más que un simple Shooter, y más esta entrega en la que no veremos ni un arma de fuego, todo serán herramientas elaboradas por nuestro propio personaje con un sistema de crafteo simple pero preciso. Unas armas de fuego que son sustituidas por arcos y lanzas, entre otros utillajes, y que deberemos mejorar conforme vayamos dedicándole el gran número de horas que nos espera.
El transcurso del día y de la noche es muy importante en el juego. Los bandos enemigos no actuarán con el mismo comportamiento si es de día o es de noche, por lo que debemos estar atentos y no estudiar el comportamiento de cada especie. Vamos a aprovechar que estamos hablando de esto para hablar de la inteligencia artificial del juego en general. Todos los seres vivos que habitan en el juego, presentan un comportamiento lógico y apropiado. Los animales se enfrentarán o huirán, depende de la situación, y los primates investigarán zonas dudosas y atacarán con una estrategia determinada, aunque no infalible.
Es muy relativo hacer una estimación sobre las horas de juego que podemos dedicarle a Far Cry Primal. La historia se puede completar en unas veinte horas, que aunque no son pocas, muchas más serán las horas que podremos dedicar jugando sin ver excesiva monotonía en el juego. Puede llegar a cansar, sí, pero el fan de la saga, o el que coja el título sin haber jugado a las entregas anteriores no tendrán inconveniente alguno en dedicarle tantas horas como quiera. Por lo que una vez iniciado el juego, prepárense para perderse por el mundo primitivo de Oros.
Fuente: GeneracionPixel